Esta persona que conocí se ha ido, para no volver. Se fue a un lugar mejor seguramente. Ahora sólo queda su felicidad. Y eso esta bien, era mi meta. Pero yo sigo sufriendo.
Ahora te extraño a ti; a la chica de la foto.
A la persona masoquista y pesimista,
que decía que era una inmadura todo el tiempo.
Que me hacía llorar, pero también me ponia extremadamente feliz.
¿Qué importa, no? Ya todo se acabo.
Tu fin es tu nuevo comienzo.
Me enamoré de alguien que ya murió.
Adiós para siempre,
mi dulce bastarda masoquista.
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