miércoles, 18 de noviembre de 2009
Mi primer beso.
Ya no tengo tiempo para lamentarme. Es estúpido todo esto. No tiene sentido que escriba para ti palabras que jamás vas a leer, ni tampoco que me preocupe porque fui la tercera en discordia, porque arruine el amorío de aquellos dos sin darme cuenta.
Estable. Así definiría mi estado ahora. Te veo y ya no probocas la sensación de mareo de siempre en mi cuerpo. Es como antes, igual que antes. Me siento feliz a tu lado, reímos de cosas estúpidas, no nos preocupamos por el amorío del otro. ¿No es así. verdad? Ya no se puede retroceder, querido. No lo digo por mí, lo digo por ti.
Ya no puedes volver a jugar con ella ni conmigo. Ya sé que yo siempre fui un juguete. Pero ella creyó que la amabas con locura. Y sí es que la amas con locura, como aún dices, ¿por qué el viento romántico te insito un momento de beso, y tu lo tomaste?
Mi primer beso fue el engaño de alguien. Sólo un impulso de un acto sexual.
"¿El invierno alguna vez volverá?" Me pregunto. Porque para mí, el invierno es primavera.
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