martes, 15 de diciembre de 2009

Feliz cumpleaños Yoru ♥

Hoy mi esposi Yoru cumple 15 años, ¡muy feliz cumpleaños a ella! ♥ Ojala que la pases muy lindo, aunque en realidad lo vas a festejar otro día y yo no voy a poder ir *sniff sniff*
Entre otras cosas, hoy es el día tan esperado por mí... ¡Me tiño! De negro azulado, con mechitas violetas-lilas que salgan de abajo y una parte del flequillo violeta-lila también. Estoy muy emocionada. Aunque en realidad todavía la chica que me va a teñir no llego, ojala que pueda teñirme hoy porque si sigo así, voy a teñirme el año del mono (risas)

Termine de ver el DVD de alice nine. estoy feliz, tan feliz... Ellos me hacen tan feliz. Todos los hombres en mi vida no valen la pena, excepto él, Shou. Todos en algún momento me haran sufrir, excepto él, Shou. Porque inclusive aunque lo haya abandonado por unos cuantos meses, él me perdono, me miro con su sonrisa celestial y sus ojos serenos, y me canto Drella con emoción y pasión. (Sí, estoy loca.)

"A pesar de todo... Preferí transmutar mis heridas cosidas en sangre y piel, levanté mi cabeza tirandola de mis cabellos, para poder mirar hacia adelante. Porque creí... Me dí la indecencia de decir, que creí ser feliz. En aquel momento, vi la luz que no habia podido ver antes, y que tal vez siempre estuvo. Sí, siempre estuvo. Pero fui tan necia que nunca quise verla. Esos sonidos penetraron en mis oídos y me hicieron levantar mis ojos sin siquiera pensarlo.
Se escucha la resonancia de los sonidos celestiales.
-Ah... Buscando una razón para vivir, ¿tu estas allí cierto? Tu estas ahí. Siempre, siempre estarás. No me abandones, amor- dije con los ojos bendados, perdida en el medio del desierto, pero aún así, sabiendo que estabas ahí.
Se escuchan los acordes y gritos como respuesta.
-Borra el dolor, borralo- susurré, sacandome los bendajes de los ojos.
Ahora puedo ver, miro a mi alrededor y no estoy en un desierto. Se despeja y brilla la irónica mañana... en la que tu y yo somos el show principal.
-Soy tu cenicienta sangrienta, ¡ah! matemonos mientras revelamos nuestros pecados. Susurrame palabras de odio y matanza al oído. Perdona mi lujuria incontenible, mi excitación espectante, ¡pero no puedo contenerlo! - te grite casi desenfrenada, casi llorando. ¿Lágrimas de amor? ¿Lágrimas de felicidad?

Sonreiste, no me dijiste nada. Te acercaste a mi con además desafiante y meloso.
-Para tí... - me susurraste suavemente al oído, mientras tu mano derecha revolvía mi cabello.
Sellamos nuestro pacto con el último y único acto más malevolo.
"Ahora eres mío para siempre. Y yo no puedo desprenderme de tí." pensé.
Acostados los dos, semi desnudos en tu cama. Besaste mi cuello laxivamente, no pudiste contenerte.
Sha la la la la... Amémonos.
Nuestros dedos se entrelazaban en una unión casi perfecta. Estiré mi cabeza hacia atras, intentando codificar cada momento de placer en mi memoria, pero era imposible. El placer incotenible corría por nuestras venas, palpitaba en nuestros ojos como un rebuscado solo de batería.
Cuando tus labios rosados rozaron los míos, luego yendo hacia un beso más apasionado, pude morir, morir feliz.
-Una vez más, dejame morir entre tus brazos - susurre antes de mi último aliento."

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