viernes, 11 de junio de 2010

Ausencia.

La noche está ahí afuera,
qué lastima que no tengo ojos para mirarla.
El frío me inquietaba,
los dedos se me congelaban...
Pero no tenía más espacio para sentir,
¿sentir qué?
Las palabras que cruzaban a través de las anomalías,
criaturas extrañas de la noche.

Estoy harta de escribir siempre las mismas expresiones.
Metáforas.
Las neuronas se me deprimen de tan poca excitación.
Llamenme muerta viviente, pero no estoy sintiendo nada.

Las púpilas no están
los labios no están
la nariz no está

Mi rostro ausente
Y tu presencia inerte
Mi voz tapada por el sonido del tren
Las vías lejanas...

Te atraviesan mil agujas.
Pero...
Nada.

Mis manos lloran no poder irte a buscar.

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